Por: Mg. César Araya Zarricueta, Académico Departamento De Educación Física, Universidad De Atacama
ODS es la sigla que identifica a los objetivos de desarrollo sostenible propuestos en el año 2015 por la Organización de Naciones Unidas y que “constituyen un llamamiento universal a la acción para poner fin a la pobreza, proteger el planeta y mejorar las vidas y las perspectivas de las personas en todo el mundo”. (ONU). No son jurídicamente obligatorios, pero es clave que los países los adopten como propios y establezcan marcos nacionales para su logro.
En palabras de los integrantes del Consejo Agenda 2030, Chile mantiene férrea su convicción de la pertinencia de estos objetivos para el futuro del país, por ello se decidió que era necesario detenerse a pensar y planificar, como sociedad, las acciones a realizar para lograr avanzar en ellos. Así surge la idea de construir la “Estrategia de Implementación de la Agenda 2030” y además, se han presentado 3 informes nacionales voluntarios sobre la materia (2017 – 2019 – 2023).
Bajo esta estrategia de implementación, específicamente en el área de la Educación Física y Salud, se pueden abarcar 24 de las 169 metas establecidas para dichos Objetivos. Dicho esto, surge una cita textual preocupante “Repasando la literatura existente, se ha observado que los docentes de Educación Física no terminan de tener una concepción clara de lo que abarca el concepto desarrollo sostenible y los ODS, entendiéndolos principalmente como una cuestión exclusivamente medioambiental y olvidando las otras dos dimensiones del desarrollo sostenible” (Baena-Morales, Prieto Ayuso et al., 2022). En razón de esta cita, es necesario destacar que las otras dimensiones de esta propuesta son la económica y la social, Es a esta última que daremos mayor realce en esta columna, ya que específicamente, aborda 3 objetivos claves para nuestra área “Mejora de la salud, Inclusión, y Co-educación”.
Ante esto la Educación para el Desarrollo Sostenible, “pretende proporcionar a los educandos aquellos saberes, competencias, valores y poder de acción, necesarios para superar los desafíos que viene marcado en la Agenda 2030” (Rieckmann et al., 2017). Además, se pretende que las personas tengan la posibilidad de tomar decisiones informadas, para que actúen a título individual y colectivo.
Es por ello que en el ámbito social, para la ONU el principal desafío es mejorar la calidad de vida de las personas, lo cual requiere avanzar de manera sostenida en la disminución de las desigualdades sociales; eliminar la discriminación por edad, etnia, discapacidad, potenciar la protección integral de los derechos de la niñez y adolescencia, con coherencia de las políticas públicas y la educación para el desarrollo inclusivo y sostenible.
Para mejorar la calidad de vida de las personas, el autor de este escrito propone a la sociomotricidad de Pierre Parlebas, primero porque busca desarrollar la inteligencia, las capacidades físicas y emocionales del estudiante y segundo el desarrollo de su interacción motriz. Se debe destacar que en esta tarea el rol del profesor resulta relevante, porque deberá elegir y utilizar estrategias adecuadas para cumplir estos objetivos y fundamentalmente debiendo entender a la Educación Física ‘’cómo una práctica pedagógica que se apoya en el conocimiento científico, cuyo enfoque está centrado en el movimiento y la interacción donde lo significativo de las prácticas se centrará ,en todas las acciones que acompañen al niño y la niña, en el desarrollo de las actividades dentro de la clase’’ (Parlebas, 2001).
Las actuales bases curriculares, mencionan bastante los conceptos ‘‘desarrollo integral’’ y ‘‘formación integral’’, los cuales ayudarán al cumplimiento de esta importante misión. La formación integral que se describe busca que los estudiantes puedan enfrentar su futuro con todas las herramientas necesarias y participar de manera activa y responsable en la sociedad. Por otra parte, un desarrollo integral de la persona implica, necesariamente, considerar el ámbito personal, social, ético y en el aprendizaje.
Se considera que la sociomotricidad, al incentivar el desarrollo de la comunicación e interacción de los estudiantes puede generar una disposición muy positiva a que los niños y niñas con o sin discapacidad quieran realizar actividad física, ya que, lo verían cómo una oportunidad de jugar, pasarla bien y disfrutar de actividades sociomotrices y no por beneficio fisiológico o el de mejorar la técnica o alguna cualidad física en especial, sino por la buena experiencia que significa para ellos.
Las Bases Curriculares cuentan con tres Ejes (Habilidades motrices básicas; Vida activa y saludable; y Seguridad, juego limpio y liderazgo). Si bien, la sociomotricidad beneficia el desarrollo de los tres Ejes mencionados, el primer eje de Habilidades Motrices Básicas es al que más se enfoca la propuesta, debido a que las actividades sociomotrices están compuesta por acciones que involucran al 100% el uso y fortalecimiento de estas habilidades por parte de los estudiantes. Además, el eje de Vida activa y saludable busca que los estudiantes sean capaces de participar en juegos recreativos y lúdicos mejorando así su condición física. Este Eje pretende que, en los años posteriores, los estudiantes aprendan a medir su frecuencia cardiaca y a monitorear el esfuerzo físico que realizan en diferentes actividades de forma autónoma. Básicamente, cómo lo dice el Eje, se busca que los estudiantes puedan llevar una vida activa y saludable, reconociendo los beneficios que tiene para su salud la práctica regular de actividad física en su tiempo libre.
Todas estas orientaciones y sugerencias teóricas mencionan de manera implícita la importancia del desarrollo de la sociomotricidad en las clases de Educación Física y Salud, pero los planes y programas de estudio no ofrecen un complemento metodológico o un aporte en el cual los profesores puedan apoyarse para desarrollar de manera eficiente esta estrategia. Si bien las Bases no tienen la obligación de entregar este material u orientaciones, se considera que presentar una propuesta de este tipo puede resultar bastante útil, para aportar al cumplimiento al enfoque de la asignatura y a los ODS. . Finalmente, además de estas acciones propuestas, podría también ser interesante priorizar saberes que estén relacionados con el desarrollo sostenible como: el plogging, patios activos, educación vial, los deportes emergentes, desplazamientos activos, etc.; o al menos, intentar mostrar a los estudiantes la relación de estos saberes con metas específicas de dichos objetivos