Leones de Atacama empataron a un tanto en Talca en un partido mezquino en que se podría haber obtenido un mejor resultado.
El partido entre Rangers de Talca y Deportes Copiapó regaló emoción recién en los últimos 10 minutos de partido. Eso porque el duelo entre dos elencos que se juegan cosas importantes en cada fecha estuvo marcado durante gran parte del duelo por el juego friccionado en la mitad del campo, especialmente en el primer tiempo en que no hubo mayores riesgos en las porterías.
Emiliano Astorga salió a la cancha con un marcado esquema defensivo, no por nada Copiapó sumaba más de 250 minutos sin recibir goles en contra, y lo mantuvo inalterable y con buenos resultados hasta el minuto 80´del compromiso y más aún luego de la lesión de Alfredo Abalos delantero talquino que era la gran carta de peligro del DT local Luis Marcoleta. Restando diez minutos para regresar a casa con un punto, vino la única falla de esa idea defensiva de juego.
Un tiro libre de mucha distancia, en que lo más lógico era esperar el centro al área visitante, pasó entre la barrera que integraron Fredy Munizaga y Kevin Egaña, la que se abrió de manera inesperada e hizo inútil el esfuerzo del “Huaso” Muñoz que vio como la pelota ingresaba en su arco. Era el minuto en que todo se derrumbaba, pues los tres puntos se los quedaba Rangers, equipo que celebraba pues subía al segundo lugar de la tabla de posiciones.
A partir de este balde de agua fría para las aspiraciones copiapinas, el DT Astorga se vio obligado a cambiar el esquema y mandar el equipo adelante. Sergio Fernández, Felipe Gaete y Jorge Luna saltaron al campo de juego, ya lo había hecho minutos antes Luca Pontigo, y ahí quedó la sensación que Deportes Copiapó tuvo mucho respeto de su rival, pues se notó de manera inmediata el cambio y los Leones se fueron arriba jugando por ambas bandas buscando el empate con un gran contingente de jugadores. Así las cosas, quizás si esa intensidad de juego hubiese llegado antes otro podría haber sido el resultado.
En el minuto de cierre del partido, reclamado por toda la banca local, el último tiro libre, la última jugada y la última oportunidad para Copiapó de regresar con algo a la ciudad. El remate de luna no fue bueno, pues llegó sólo a la entrada del área, pero el rechazo de la defensa ranguerina fue peor aún pues la pelota llegó a los pies de Egaña que envió un centro medido que logró despejar, a medias, Nicolás Peric. El balón regresó a los pies de Jorge Luna que, con un remate rasante, marcó el uno a uno y generó la algarabía en el cuadro del León.
Al final, un empate que pudo ser un triunfo, pero que deja la sensación que el equipo sigue mostrando que hay un juego compenetrado que mantiene al cuadro copiapino en la zona alta de la tabla del ascenso. Con el tiempo se verá si lo logrado hoy fue punto ganado o dos perdidos.
N.A
Fotografías; Patricio Arias/Comunicaciones ANFP